29 diciembre 2011

Que toda la vida es sueño y los sueños, ¿sueños son?

The Sandman

Neil Gaiman y varios dibujantes

Planeta DeAgostini, 2010. Volúmenes 1 a 7

ISBN: 978-84-674-9133-3 /9134-0/ 9135-1/ 9136-4/ 9137-1/ 9138-8 y 9139-5, respectivamente.

496, 496, 344, 416, 400, 528 y 504 páginas, respectivamente.

210 € (30 € cada volumen)

Traducción de Diego de los Santos


Fran G. Matute

Una deidad encerrada en una urna de cristal. Un ser superior apartado de su reino y despojado de su dignidad por un hombre común que juega a ser Dios. Y mientras tanto, toda la humanidad sufre en pesadillas. Así comienza The Sandman (1989-1996), una de las obras capitales del llamado octavo arte, calificada por el New York Times como una de las lecturas esenciales del siglo XX. Resulta difícil escribir ahora sobre semejante pináculo cultural cuando todo ha sido dicho ya. Pero la flamante reedición de lujo perpetrada por Planeta DeAgostini -en siete volúmenes elegantemente facturados en cartoné- nos invita a seguir aplaudiendo uno de los cómics más influyentes de nuestra era. Uno de los cánticos a la imaginación más contundentes que se han creado nunca.

"Sueño", "Deseo", "Delirio", "Destrucción", "Desesperación", "Destino" y "Muerte", son los títulos de cada uno de los volúmenes que conforman esta nueva edición de The Sandman, pero también son los miembros de la familia de los Eternos, verdaderos protagonistas de la saga creada por Neil Gaiman junto a Mike Dringenberg y Sam Kieth. Pero junto a los Eternos encontraremos a Lucien, el bibliotecario del Reino de los Sueños; Mervin, el espantapájaros; el hada Nuala; Matthew, el cuervo; Cain y Abel; el Corintio; los demonios Choronzon y Azazel; Unity Kinkaid y su nieta Rose Walker; al señor Nimrod... todos ellos forman parte del complejo y extraño universo de The Sandman, del mismo modo que William Shakespeare, Calíope y Orfeo o César Augusto. Fantasía, mitología, historia y cultura. Son los pilares básicos sobre los que se construyó este monumento a la imaginación, en el que tienen cabida por igual personajes históricos y mitos, dioses y demonios, animales y objetos vivientes, ciudades del mundo y reinos del más allá. Hablar de "cosmogonía" es quedarse corto cuando nos referimos al imaginario ideado por Gaiman.

¿Y qué hace posible la perfecta conjunción de todos estos elementos? El hecho de que el Sandman de Neil Gaiman sea, en realidad, el Príncipe de los Sueños y su Reino el lugar en el que todo tiene cabida; pasado y presente, realidad y ficción. El mundo de los sueños es ese lienzo en blanco sobre el que pintar y construir lo que a uno se le antoje. Todos soñamos y no existen límites en la ensoñación. No existen límites en la mente de Neil Gaiman. Pueden soñar los gatos, pueden soñar los grandes artistas, pueden soñar los emperadores y reyes, pero también los ciudadanos de a pie, los mendigos... Y si bien es cierto que el protagonismo de la saga recae, evidentemente, en Sueño -probablemente el personaje más complejo y mejor perfilado por Gaiman de entre todas sus criaturas, el más frágil de todos ellos, el taciturno, el equánime, el insobornable...- no es siempre el protagonista verdadero de todas las historias de The Sandman, pues Gaiman sabe poner el acento en las miserias humanas y da más relevancia a lo mundano que a lo celestial, motivo por el cual el texto de esta obra es tan rico en matices y profundidades filosóficas, superando con creces las expectativas que el formato viñeta solía ofrecer históricamente.

Así, The Sandman entra en la categoría de obra magna del cómic, a la altura de Watchmen (1986-1987) o El regreso del caballero oscuro (1986), con la pequeña diferencia de que la obra de Gaiman se expande a lo largo de 75 números, por lo que supera en envergadura y complejidad a cualquiera de las grandes referencias oficiales de la novela gráfica contemporánea. Pero es que ha sido gracias a esta primorosa edición de la obra completa de The Sandman que hemos comprendido, de verdad, el origen de tanta excelencia, de la mano de los profusos textos e ilustraciones complementarias incluidas a lo largo de los distintos volúmenes. No sólo hemos aprendido la forma de trabajar de Gaiman gracias a los bosquejos de sus guiones, sino que a través de numerosas entrevistas hemos podido comprobar el enciclopédico conocimiento de este genio británico, que reconoce como primera fuente de inspiración tanto la ciencia-ficción de autores como Roger Zelazny o Samuel R. Delany como el estudio de múltiples leyendas mitológicas e históricas, que Gaiman gusta de desarrollar de forma intrínseca en sus historietas.

Evidentemente, siendo ésta una edición de las obras completas de The Sandman, junto a los ya clásicos números como "24 horas" (que siempre he pensado que haría las delicias de Quentin Tarantino), "Las mil y una noches" (el único cómic que ha ganado el prestigioso World Fantasy Award), "Ramadán" (con su preciosa ruptura de los cánones gráficos), la "Historia de dos ciudades" o la serie titulada "Las benévolas" (con la que se pone fin a la historia de Sueño, que en nuestra opinión es otro de los activos de esta saga: tiene un final claro y conciso), se nos aporta material adicional casi igual de inabarcable que la propia obra: sentidas introducciones de admiración por parte de artistas importantes como Stephen King o Harlan Ellison, memorabilias varias, y todos los textos y dibujos imaginables asociados al mito de Sandman, incluyendo las subyugantes portadas creadas por Dave Mckean.

Podríamos llegar a discutir que el dibujo de The Sandman, o incluso su estética, haya podido quedar un tanto trasnochado. El baile de dibujantes que ha acompañado siempre a esta saga no creo que haya aportado mucho valor a la misma. Ese Sueño. Espigado, pálido y huesudo. Gótico. Como sacado de un cuadro de El Greco o una portada de The Cure, quedaba mejor bajo la pluma de Malcolm Jones III que la de Kevin Nowlan, por poner un ejemplo. Pero mucho me temo que no es por el lado artístico por el que The Sandman se ha convertido en la obra seminal que es. Todo el crédito debe darse a esa mente privilegiada que es Neil Gaiman, probablemente uno de los grandes literatos de nuestro tiempo. Así que si estabas todavía buscando un regalo para estas Navidades con el que sorprender a alguien, no te lo pienses más. Busca esta edición de lujo. Te dolerá adquirirla, pero el retorno, será mayúsculo. Nadie debería dormir el sueño de los justos sin haber leído The Sandman.

4 comentarios:

José Martínez Ros dijo...

Excelente reseña para una obra maestra absoluta.

Fran G. Matute dijo...

He visto que Planeta DeAgostini ha hecho una jugada parecida con "Predicador" y mucho más asequible que ésta. La compraré, of course...

José Martínez Ros dijo...

No soy muy fan de Predicador, si no los tiene écheles un ojo a los volúmenes compilatorios de La cosa del pantano de Alan Moore, si no la tiene ya, je ;)Yo todavía estoy ahorrando para el momento en que pueda comprarme los tochos de Akira de Otomo en la edición "buena" en blanco y negro...

Fran G. Matute dijo...

No lo tengo, pero es un firme candidato a regalo de reyes, junto con el especial "Superman Vs Ali" de Neal Adams y la edición de lujo de "Conan de Cimmeria" de Robert E. Howard...